viernes, 13 de mayo de 2011

Me besaste esa tarde cual si fuera el única día de tu boca cada vez que me acuerdo yo siento en mi pecho el peso de una roca. Son tus ojos marrones esta veta verdosa, es tu cara de niño y esa risa nerviosa, son tus manos de hombre y el olor de tu espalda, lo que no tiene nombre lo logro tu mirada.